Este artículo, de cariño y homenaje ante el fallecimiento de Claudio Gutiérrez, fue concebido para el Semanario Universidad, y se publicará en Forja la próxima semana. No obstante, la velocidad de los medios digitales se anticipó un poco y ya circula por varios de ellos. Si Ud. no quiere esperar, y no tiene conflicto con los formatos electrónicos, lo puede leer ya en:
https://eljornalcr.com/la-inteligencia-natural-de-claudio-gutierrez/ https://www.elpais.cr/2023/03/14/la-inteligencia-natural-de-claudio-gutierrez-c/ Carlos Morales Cuando las tropas golpistas del traidor Pinochet bombardeaban la Casa Presidencial de Chile, aquel 11 de setiembre de 1973, un flaco ex Ministro de Educación, ahora desempleado, logró salvar los umbrales de fuego y se puso a la orden del todavía mandatario. Salvador Allende, el legendario estadista que moriría unas horas después, al estrechar su mano en el fragor de las balas, le dijo: “Usted estará siempre, Aníbal¨. Aníbal Palma Fourcade está, pero ya no está. Me acaban de comunicar su partida esta madrugada, y no puedo menos que recordarlo con esa alegría de vivir que me contagió como hermano del alma, y con quien inventamos mil aventuras: desde fundar un Instituto Costarricense Chileno, otorgar algún premio, traer intelectuales, organizar cien actos culturales, irme a estudiar radiodifusión a Santiago, o pasar todos los lunes, con nuestras parejas, bailando rumbas en la Academia Merecumbé. ¡Había que verlo radiante y pleno, bailando la Cumbia Caletera! Su sonrisa espléndida y sus movimientos nerviosos no decían para nada la clase de héroe que escondía su figura quijotesca. Allende llegó a amarlo como a un hijo y, cuando apenas tenía 25 años, lo nombró Ministro de Educación Pública. Aníbal encabezó el polémico proyecto ENU y los estudiantes lo aclamaban como a una estrella del fútbol. Por ser el más joven, ante La Moneda gritaban: “el Pibe, el Pibe”. Y el histórico gobernante lo llevó con él hasta la ventana para que saludara. Ocupó otras carteras, presidió el Partido Radical, fue candidato a Senador, pasó meses de tortura en Isla Dawson, ocho años en el exilio, y se internó clandestino para seguir luchando por sus ideales solidarios. Y todo eso y más, lo hacía con la misma naturalidad humanista con que se lució como embajador en Costa Rica en los 90. La dignidad, la alegría, la valentía y la lealtad, eran para Palma una piel, un modo de vida que cargaba sin sentir ningún peso. Como todos los hombres superiores. Por eso todo el mundo lo amaba… Tanto como su Fanny del alma, quien lo acompañó hoy, hasta el último minuto, como una heroína del amor y de la vida que el héroe de la patria le enseñó cómo había que Ser. Si lo dijo Allende, así tendrá que ser: “Usted estará siempre, Aníbal”. Costa Rica, 16-2-23. Carlos Morales, Poli Délano, María Quirós y Aníbal Palma en Cartagena, Chile, en 2005
El periódico UNIVERSIDAD ha publicado, en su edición digital, un abarcador texto del periodista Carlos Morales sobre la descomposición general que vive la Humanidad y, en particular, los habitantes de este paralelo 10, meridiano 84.
Disfrútelo en: https://semanariouniversidad.com/opinion/la-disolucion-de-todas-las-cosas/ Estos son tiempos para agasajar al amor de familia, y este año con una nueva integrante… Se llama Belén –como su tatarabuela– y tiene apenas 15 días. Si la buscas la encuentras. Es el símbolo de ese amor que quisiéramos repartir por todo el Mundo.
Este 10 de diciembre del 2022 fuimos a despedir a Rocío Ortiz Contreras hasta su último viaje. Falleció tras una seria dolencia, y, en la iglesia de Moravia se concentraron muchos de los amigos que cultivó con su generosidad y don de gentes en la Universidad de Costa Rica, donde fue la secretaria por antonomasia del Semanario Universidad; hoy reconocida como la escuela práctica de periodismo más importante del país. Se dio a querer en ese cargo por más de 30 años y por eso no la dejamos nunca sola, ni en la puerta final de ese templo frío. En lo personal, fue por más de 20 años mi compañera de trabajo, de congojas, de triunfos y de grandes conquistas que la convirtieron en casi una hermana por derecho propio.
Paz a su alma buena, y mucha fortaleza a su hijo Jorge y demás familiares. Carlos Morales Carlos Morales
Como un integrante de ese montón de niños que nacimos después de la II Guerra Mundial, corro hoy el grave peligro de hacer el ridículo, por divulgar mi queja ante una discapacidad cultural que seguramente NO padecen los chicos menores, incluso aquellos concebidos en los años sesenta. Que ya son viejos. Pues resulta que, amante como mi esposa, de las manifestaciones culturales no muy masivas ni tan abigarradas como las del Parque Viva (que no conozco), procuro no faltar al teatro, ni al cine, ni a los conciertos, cuando prometen, pero me he topado con la dificultad de que esos eventos parecieran no estar a mi alcance, a pesar de que ya no sufro las dificultades económicas que antes sí me lo impedían. Semanas atrás quise llevar varios nietos a ver el montaje de Tesla, escenificado en el Teatro Alberto Cañas. Eran ocho entradas y me resultó imposible comprarlas. También me resultó imposible ver una obra que dirigió Leonardo Perucci en la Vargas Calvo, y me ha contado Oscar Castillo que hoy bajaron una de Roxana Ávila de cuya existencia solo se habrán dado cuenta los youtubers y seguidores de redes… Yo ni whatsapp tengo. Quizás no ocurra en todos los teatros, pero en este caso es bueno que paguen justos por pecadores. El fin lo justifica, y ofrezco aquí el detalle por si alguien me ayuda en una próxima ocasión y para beneficio sea de los artistas y creadores de espectáculos. Para entrar en un teatro, ya no se puede comprar el boleto en la boletería (paradójico), como en cualquier país del mundo. Es más: ya no hay boletería. La única forma de ingresar a muchas salas es vía Internet y, para ello, es preciso crear una cuenta con santo, seña y otros requisitos cibernéticos, o te quedás afuera. Tal parece que los teatros del Estado. (Esto no me consta). Le entregaron a equis empresa el servicio de vender boletos, por lo cual la firma cobra comisión y el “paganini” Estado también les paga por un servicio que ni los milenials pueden superar, pues la plataforma digital es poco amigable y a ratos medio tonta. Deberían aprender del Expresivo, que funciona muy bien. A mí me importa un ca-cahuate que los empresarios adjudicados se ganen un lindo billete, pero me parece imperdonable que mucha gente, sobre todo los boomers, no tengamos facilidades para ir al teatro si pertenece al gobierno. El asunto se ha extendido a otros recintos y, parcialmente, a los cines que frecuento, donde la plataforma también es comisionista y flexible. Creo necesario dar la voz de alarma, porque si andamos con esa gran pena de los teatros vacíos, pues se vuelve necesario buscar todas las maneras posibles de facilitar el acceso a las salas, sobre todo a los viejos, que ya nos enredamos en las teclas de un móvil y somos buenos clientes de la oferta cultural de las bellas artes. ¡Si no me ayudan no vuelvo! ¡Y tengo ocho hijos, diez nietos, y muchos parientes que podría invitar! ¡O crecemos juntos, o nos jodemos todos! Las formas en política valen casi tanto como los hechos. El autor analiza los primeros 150 días del gobierno de Rodrigo Chaves. Articulo publicado en el Semanario Universidad.
Léalo en: https://semanariouniversidad.com/opinion/sobre-r-chaves-y-las-formas-en-la-politica/ En el outlet de Librería Internacional (calle 0 Av.Central) hay un pequeño saldo de este libro maravilloso de Woody Allen, su vida y su obra, por el precio oferta de ¢5.000.
Como sé que su valor real superaría los ¢60.000, me apresuro a notificar a mis amigos para que corran antes de que desaparezcan. No se arrepentirán. C.M. Una despiadada avalancha de piedras es el libro loscanallas.info, que publica en estos días el licenciado Juan Diego Castro Fernández bajo el sello Puenteañil editores. En muy concurrida ceremonia, en el Colegio de Abogados, el escritor y litigante dio a conocer un documento de 500 páginas que relata su experiencia como candidato presidencial y ajusta cuentas con quienes lo atacaron durante la campaña. En una catilinaria plena de gráficas, caricaturas y muchos recursos de Internet, el autor se desquita con sus agresores y aporta documentos históricos desconocidos sobre el periodo. El libro, en edición de lujo, fue presentado por los periodistas Álvaro Madrigal y Carlos Morales, quienes aparecen en el acto junto al autor y su esposa Sara Castellón. Publicado en Semanario Universidad y muchos otros medios digitales, el siguiente artículo ha girado estrepitosamente por las redes sociales. A petición de algunos de esos seguidores, lo ponemos aquí con una foto de la época que se menciona.
https://semanariouniversidad.com/opinion/la-hora-de-la-muerte-del-diario-la-nacion/ |
Por una bio-pic del autor haga clic
InformaciónEsta página del escritor costarricense Carlos Morales fue inicialmente confeccionada a partir de una bio-bibliografía realizada, para la Escuela de Bibliotecología de la Universidad de Costa Rica, por la entonces alumna Ana Ruth Sanabria Méndez, en mayo de 2001. Con el paso de los años, se le agregaron otros contenidos y se ha actualizado con la obra periodística y literaria del autor.
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