La nueva novela del autor Carlos Morales, solo tardó 180 días en agotar bodegas. Apareció el 11 de febrero y ahora solo quedan los ejemplares de vitrinas. Como era COSAS DE MUJERES, el autor lo celebró en Club La Guaria con sus amigos los filólogos Gabriel Vargas y Jacinto Brenes, y el editor y diplomático Sebastián Vaquerano. Charla solo de hombres.
En el periódico digital El Jornal se publica hoy este artículo sobre cine con algunas correcciones. Véalo en el siguiente link: Anoche volvimos al cine Fernando Birri, García Márquez, Alfredo Guevara y Julio García Espinoza, en una noche inaugural por los años 80 García Márquez con Roman Polansky en la sala Chaplin Teatro Yara, una de las sedes del Festival habanero El cine Magaly en esos buenos tiempos que han de volver
El periódico Universidad y otros medios digitales han publicado un artículo de este autor sobre el conflicto Parque Viva=Presidente de la República.
Léalo en: https://semanariouniversidad.com/opinion/la-nacion-entra-en-guerra/ Carlos Morales Los hombres de mi generación, que hace rato peinamos canas, crecimos en un ambiente claramente machista, y no podemos sacarnos de encima ese lastre de orígenes antediluvianos y gorilescos. Es casi genético. Sin embargo, también aprendimos con nuestros padres, que la mujer es un ser más fino, más dulce, más bello, y físicamente menos desarrollado que el varón, por lo que no deberíamos tocarla “ni con el pétalo de una rosa”, según la frase que nos inculcaron desde niños. Si bien aquella cultura machista nos modeló a golpes, también –en el espejo de la madre– aprendimos a amarlas, a respetarlas y, sobre todo, a no agredirlas, porque eso constituye un acto demasiado cobarde, y diré mejor: demasiado bestial, cuando se actúa con premeditación, ventaja y alevosía. De güila, sin poder hacer nada, vi algunos matones atentar contra sus mujeres, y de allí que, en mi condición de adulto, siento profunda vergüenza del género, y me sube una ola de rabia interna, cada vez que observo por la prensa, que un hombre ha golpeado o, peor, a asesinado a una mujer. Es uno de los hechos más sucios en que puede incurrir la población varonil, una acción detestable que implica desprecio por la vida y falta de auto control para comprender que a un ser más débil (aunque sea sólo en lo muscular) hay que respetarlo, tratarlo con cautela, para no incurrir en esa bajeza estúpida del feminicidio que denigra a todos los hombres y nos revierte a los tiempos de Cro-magnon. Porque cada crimen contra la mujer nos hunde a todos en la caverna de lo salvaje. Me hierve la sangre cuando veo como se repiten esos actos en un país que desconozco y por obra de unos machos cabríos que aborrezco. No soy un sujeto inhibido, ni mohíno ni culindinguis, ni controlado, a la larga todo lo contrario; pero frente a esos ataques de furia salvaje, de un varón contra una mujer –generalmente indefensa– vienen a mi mente los peores castigos que ni la Inquisición hubiera imaginado. Emito este desahogo, a propósito de María Luisa Cedeño, Francella Martínez, Rosibel Picado, Seylin Cabezas, Paula Vargas, Maritza Vargas, Mariana Leiva, Yarissa Ramírez, que son las víctimas más recientes de las 400 mujeres que, desde 2007, fueron aniquiladas por las bestias masculinas y, con la esperanza –casi perdida– de que algunos de mis congéneres se sientan conmovidos frente a actos tan infames que nos envilecen a todos. Es lo único que puedo hacer con esta única arma que poseo (la pluma), aunque bien sé que es un problema de educación que nos llevará mucho tiempo desintoxicar, y por eso precisan muchas quejas como la presente.
Los masculinos tenemos que gritar, y es lo mínimo que podemos hacer por ellas. Por supuesto que también debemos hacer todo lo máximo que se requiera para defenderlas del homo savage. “En tiempos de la pornografía barata y del sexo que satura las vías tecnológicas, bienvenido un libro que recuerda a la gente que el verbo bien utilizado es un elemento crucial para rescatar el erotismo, tan venido a menos en las relaciones humanas”.
Mario Zaldívar Semanario Universidad Marzo 2022. “La travesía se realiza rasgando delicadamente con bisturí cirujano una atmósfera saturada de sensualidad, a veces tangencial a la sexualidad”. Hernán Solís Bolaños Semanario Universidad Mayo 2022. El siguiente artículo ha sido publicado por el escritor Hernán Solís Bolaños en el periódico de la Universidad de Costa Rica.
https://semanariouniversidad.com/suplementos/loslibros/historias-de-amor-en-un-best-seller/ La nueva novela del anfitrión de esta página llegó hoy a la biblioteca de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), gracias a la gestión de sus familiares residentes allá.
En ese edificio están casi todos los libros de Carlos Morales y allí hay muchos estudiantes ticos que los consultan. Y también en la prestigiosa Duke University. Con este título se publica hoy en Semanario Universidad un artículo de Carlos Morales sobre la guerra en Ucrania. Un punto de vista algo diferente de FOX, CNN, y de la aquí censurada RT.
Léalo en: https://semanariouniversidad.com/opinion/el-show-mas-estupido-del-mundo/ Carlos Morales Con el batacazo de la pandemia, el viejo encanto de la presentación pública de libros, con aquel glamur de la conferencia del autor y sus comentaristas, en una sala como la del Instituto México, llena de gente, con fila de autógrafos, tertulia y canapés con vino tinto, prácticamente se esfumó. Los salones cerraron, las gentes se enclaustraron, el pánico cundió, los invitados se enmascararon como forajidos del Far West, y ya casi nadie llegaba a las convocatorias. Me tocó asistir a una, en la que solo estaban: el poeta, su esposa, la anciana madre, dos güilas, el editor, y este servidor del periodismo y las causas perdidas. ¡Solemne fracaso! Hubo que rejuntar las sillas, conversar en micro célula, suprimir los vinos y devolver el catering. Pero llegaron nuevos tiempos. Hoy mis amigos han descubierto una fórmula muy rica, expedita y económica, la cual, sin acudir al refrigerante Zoom, Meets o Youtube, es muy profunda, presencial sin mascarilla y reconfortante: Nos reunimos cuatro o cinco amigos que ya leyeron el libro y, en medio del café vespertino, con una galleta de avena, soltamos la cháchara hasta que no quede una sola página sin esculcar. Les garantizo que es muy provechosa, refuerza la amistad, se olvida la pandemia y uno, como autor, recibe en directo esa retroalimentación invaluable que antes tenían las premiére. Así ha ocurrido con mis últimos cuatro libros, que se vinieron en serie como los de Isabel Allende, Corín Tellado o Stephen King, y he pasado momentos muy agradables en casas, bares, cafés y centros comerciales, sin el glamur de las veladas antiguas, pero también sin la incomodidad de aquellos “come-huevos” noctámbulos que llegaban al final de la conferencia a ver que rebuscaban entre las mesas del bufet, y, hasta con las copas se alzaban. Mil gracias a quienes me leyeron y propiciaron estos nuevos momentos de diálogo, y, como cariño, aquí les regalo algunas fotos de esas tertulias íntimas que me resultaron valiosísimas. Es el nuevo glamur de los libros, que se reinventan a cada rato, aunque los agoreros apocalípticos enarbolen cuervos, cadalsos, fogatas y nubarrones en su camino. Y hasta les canten viajera. ¡Machalá, machalá! |
Por una bio-pic del autor haga clic
InformaciónEsta página del escritor costarricense Carlos Morales fue inicialmente confeccionada a partir de una bio-bibliografía realizada, para la Escuela de Bibliotecología de la Universidad de Costa Rica, por la entonces alumna Ana Ruth Sanabria Méndez, en mayo de 2001. Con el paso de los años, se le agregaron otros contenidos y se ha actualizado con la obra periodística y literaria del autor.
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