Durante todo el mes de noviembre de 2009, la gran cadena de Librerías Internacional (15 tiendas) auspició un acercamiento con los escritores costarricenses.
Ampliando su tradicional existencia de literatura importada, su nuevo gerente, Isidro Perera, impulsó el Primer Festival de Escritores Costarricenses, el cual incluyó actividades de discusión, compra, venta y exhibición de libros, ofertas de impresión y, en general, un nuevo trato para los autores del país.
Aunque la prensa tradicional no entendió la trascendencia de este paso, y casi lo ocultó, es necesario destacar el empeño que la periodista Lorna Chacón puso para que este primer evento no solo integre plenamente la Librería a la cultura nacional, sino que los autores locales puedan sentirse en sus instalaciones bien acogidos y representados.
Aunque por razones de espacio y mercadeo –explicó Perera– no todos los libros ticos ocuparán sus estantes, el señor Gerente prometió que darán un servicio de catálogo y podrán suministrar en diferido las peticiones que el público les haga.
Este primer paso hacia la plena incorporación del más grande vendedor de libros del país a la obra de los escritores nacionales, constituye un hecho de trascendencia cultural que repercutirá sin ninguna duda en las mejores relaciones entre ambas partes y una mayor difusión de lo que se escribe en Costa Rica.
Su impacto cultural puede ser tan relevante como el potencial económico que se vislumbra a primera vista y no hay duda que para el futuro el Festival habrá de convertirse en una tradición cada vez más reconocida por todos los sectores.
Felicitaciones a esa empresa por una iniciativa loable que no es tan frecuente en nuestro mundo de faranduleros.
La numerosa concurrencia que atrajo el Festival, se puede apreciar en las fotos, captadas en la sucursal de Moravia, durante el conversatorio sobre literatura costarricense el jueves 17 de noviembre.