28 de junio 2018 Estimado Carlos. No puedo juzgar adecuadamente tu novela AGUAS del Torres me llevan, la razón, es que nunca escribí una novela, todos mis escritos están impregnados de aspectos de medicina o ciencias, que son los mundos en que vivía, nunca fui creativo en ese sentido ni en poesía. Las tuyas, pequeñas en varias partes del libro, están muy bien. Lo mismo el poema largo qué se inicia con “La ciudad tranquila, serena….. que describe a nuestros pueblecitos y sus pandillas. Por cierto, la pintura de la portada ¿la pintó un hijo? Sin embargo, te doy mi humilde opinión sobre tu reciente novela. Primero me encantó por la forma en que describes los hechos y los personajes que presentas en la primera parte del libro, creo que será un éxito por la realidad-ficción que al parecer viviste y que muchos de los que formamos las generaciones del 40 al 60, vivimos igual o muy parecidas. 1-Yo aprendí a nadar en las aguas del rio situado entre Paso ancho y Desamparados, en una poza situada debajo de un puente que comunicaba esos cantones; “chingos” y cuando alguno veía un “submarino” (caca) nos salíamos. Además, nos bañábamos en una poza famosa situada en Tibas, donde más de uno se ahogó, creo que tú la citas. Como bien dices, aunque como estudiante estudié El Quijote, me aburrían tantas tonterías de ese Caballero Andante, y lo memorizaba para el bachillerato pero luego no me acordaba, y sin embargo, con los años llegó a ser uno de mis preferidos. 2- Yo era uno de los “pisuicas” de la pandilla o huelga del barrio de la Porfirio Brenes por La Dolorosa, cuando era una plazoleta de tierra y zacate y jugábamos futbol, y no como vos la conociste cuando en una de las estancias pasajeras de tu familia era de cemento. 3- Todos teníamos flechas, no solo para tirarle a pajarillos, sino a más de un “enemigo”. 4- Jugábamos todos los juegos que citas, pero a escondidas o de casita con las niñas, nos daba vergüenza que nos vieran. Yo tenía balines para jugar chócolas y ganar bolitas de vidrio en el círculo. 5- Yo no me acuerdo de Billy Graham, pero si de grupos de jóvenes bíblicos norteamericanos y latinos muy bien vestidos que de casa en casa regalaban propaganda, los curas de La Dolorosa a su vez nos ponían en las ventanas “SOMOS CATÓLICOS NO ADMITIMOS PROPAGANDA PROTESTANTE”. 6- Nos agarrábamos a pedradas y catos con otras pandillas, las más peligrosas eran las del Barrio México y del Keith. Por cierto, usábamos a veces unas manoplas con las que dar un cato tumbábamos al enemigo. 7-Tuzo Portuguez era uno de nuestros ídolos, cuando peleó con Pady Young en Nueva York todos lo escuchábamos en la soda de los Curling. Se paseaba en moto y luego de la segunda pelea trajo un carro descapotable que era una sensación. OJO, nosotros aprendimos a pelear en el Estadio Mendoza, donde el negro Sterling era el campeón medio y se jugaba además basket Ahora hay una fábrica de trofeos. 8-En nuestro barrio el temor era por el perro el CADEJO, y la bruja la LLORONA que salían de noche por las tucas del aserradero de los Wolf. 9- Voy a finalizar aquí, pues si sigo haría una novela, señalándote que la pandilla salía a las 6 de la mañana hacia la montaña de la Cruz al sur de la ciudad atravesando fincas y robándonos naranjas, tomates, etc, al llegar a la cima de la Cruz, pasábamos a otra montaña donde había una mina de Galena y uno de los muchachos sabía hacer radios de galena. Jugábamos billar en el Club Orión de futbol en la avenida 10 con la 12, cien varas antes del Colegio de los Ángeles. Por cierto en 1954 yo era estudiante de Medicina en México y llegaron ahí con mi Papa, que por fin había obtenido un trabajo mas o menos bien remunerado como administrador de Alma Tica y Nueva Alma Tica y Monumental, y representaba a Don Gonzalo Pinto, Mario Sotela, que sería el dueño de canal 2 y 6 y Teodoro Picado de quien sería el canal 7, a hablar con el dueño de Televisión mexicana, el señor Azcárraga, a quien se asociara con ellos para llevarla a CR. Este aceptó y les vendió equipo de segunda clase recién descartado. Así se inició la TV en el país. El final del Pastor, el balazo, ¿existió o era ficción?. No sé si los jóvenes de ahora van a entender nuestras aventuras, pero te deseo el mejor de los éxitos y, no me desprendo de ella sólo para que la lean mis hijos. Por favor ¿a dónde se consigue?, para comprársela a unos amigos de mi edad y recomendarla. La segunda parte revela el cambio religioso político que estamos viviendo, con “pastores” por todo lado semejantes a los que describes y con las mismas fallas y aspirando a la política y con los peligros de que en el futuro van a continuar aspirando a los puestos de diputados o presidentes, basados en las fallas de los partidos tradicionales y el engaño que ellos hacen basados no en la razón sino en las emociones que despiertan en sus oyentes y partidarios. En este sentido la novela esta actualizada y revela una realidad nacional, OJO, aunque estoy seguro que la comenzaste a escribir antes del último año de la política nacional. Un abrazo. Juan. Dr. Juan Jaramillo, Premio Nacional de Cultura 2016.
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InformaciónEsta página del escritor costarricense Carlos Morales fue inicialmente confeccionada a partir de una bio-bibliografía realizada, para la Escuela de Bibliotecología de la Universidad de Costa Rica, por la entonces alumna Ana Ruth Sanabria Méndez, en mayo de 2001. Con el paso de los años, se le agregaron otros contenidos y se ha actualizado con la obra periodística y literaria del autor.
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